El 13 de enero de 1516, el rey Fernando el Católico se encontraba en Abertura. En esta fecha y lugar, el monarca despachó una carta que iba dirigida al Concejo de Trujillo, antes de ponerse en camino hacia Guadalupe. La siguiente parada en el itinerario de la comitiva era Madrigalejo y, para llegar a esta localidad, debía pasar por el Campo (Campo Lugar) y cruzar el río Ruecas por el vado de la Cañada de la Plata. El cortejo se movía despacio, porque el rey iba enfermo y le llevaban en andas.
Una vez atravesado el Ruecas, por la Mata Budiona, tomaron el camino que se dirigía a Madrigalejo desde Rena y Medellín. Era un terreno fácil de andar, entre encinares y matorrales, que entonces era una vía muy transitada por viajeros y peregrinos que tenían Guadalupe como destino. Sin embargo, algo ocurrió casi a las puertas de Madrigalejo, en el paraje llamado la “Cruz de los Barreros”. Contaban los viejos del lugar, y así lo habían oído referir a sus mayores y estos a su vez a los suyos, que el rey Fernando V se había caído del caballo allí, por el susto que se dio al bajar la pendiente de esa cuesta.
Esta historia no deja de ser una leyenda que ha permanecido, durante siglos, en el imaginario de todo madrigalejeño. Y como toda historia legendaria, podría estar basada en algún hecho ocurrido entonces ¿Fue acaso que, en este punto, se agravaran las dolencias del monarca? Aunque, teniendo en cuenta que Madrigalejo está metido en una hondonada rodeado de una sucesión de cerros y que, desde ese mismo lugar, ya se deja ver el poblado, ¿no sería fruto del impacto que recibieron los vecinos al ver aparecer a toda aquella comitiva por la Cruz de los Barreros y todo lo que vivieron en los días sucesivos?
Al menos, aquellos vecinos de Madrigalejo observarían, con bastante curiosidad y extrañeza, aquel cortejo de personalidades, y el mismo rey entre ellos, pasando por las calles del pueblo, desde el este hacia el oeste, hasta detenerse en la gran Casa de Santa María.
Bibliografía:
Rodríguez Amores, Lorenzo. Crónicas Lugareñas. Madrigalejo. Badajoz: Tecnigraf, 2008.